La segunda vida de Bree Tanner

Chicas! como estan,
les traigo este libro que seguro no van a dejar pasar
esta completo y en español.

que lo disfruten



 La segunda vida de Bree Tanner narra la historia de un vampiro creado por Stephenie Meyer para Eclipse, la tercera entrega de la Saga Crepúsculo.
La segunda vida de Bree Tanner es la fascinante historia de este vampiro y del lado más oscuro del mundo en el que habita. La novela recrea el nacimiento del nuevo ejército de vampiros que tiene como única misión ir al encuentro de la indefensa Bella Swan y de la indestructible familia Cullen.
Bree Tanner no sólo es una figura prominente en el libro de Eclipse, sino que también lo será en la película basada en este volumen de la Saga Crepúsculo, producida por Summit Entertainment


Fuente: Solovampiros - latino

Capitulo 27

BELLA POV

Miré mi imagen en el espejo, lucía imponente, para mi gusto estos diamantes eran demasiado, más propios de la realeza que de mi. Pero mi boda se había convertido en un acontecimiento.

El mismo Aro insistió en que me casara en Volterra. Sé que sus intenciones eran mostrar el poder de los Volturi al mundo entero. Por ello convocó a un gran concilio para mañana.

La ciudad estaba cerrada para humanos, es la primera vez que había visto algo parecido. Y muchos de los invitados habían llegado, todos ellos amigos míos, de mis muchos viajes.

Desde mis primeras salidas me pareció de Jane era demasiado severa con las leyes, es cierto que en algunas ocasiones se debió obrar de manera implacable, pero me parecía que también debíamos ser tolerantes y mostrar respeto por la existencia de todos. Me opuse muchas veces a los deseos de Jane e incluso a las maldades de Félix. Había aprendido a desarrollar mi poder tan bien que podía ofrecer protección al que lo necesitaba, hasta que pudiera exponer su caso. Todos merecían ser escuchados.

Un guardia de los Volturi nunca es bien visto y cada vez que llegaba algún lugar en misión sentía el temor de todos. Yo no quería ser temida, quería comprender y ayudar.

-Estás lindísima Bella- la voz de Alice me sacó de mis pensamientos. Rose y Esme me sujetaban el velo con horquillas en un alto moño.

- Ya debemos salir- dijo Esme tomando su celular y marcando.

- Recuerdo cómo me sentí la primera vez que me casé- dijo Rosalie con una sonrisa deslumbrante.

- ¿Cuántas veces han contraído matrimonio tú y Emmet?- pregunté

- Diez veces, siempre escogemos la misma fecha. El día de mi nacimiento humano.

- Dicen que hace siglos no se celebra una boda como ésta, me atrevería a decir que en más de un milenio- explicó Alice.

- Es cierto, el último enlace importante fue hace 1200 años entre Marcus y Didyme- dijo Rosalie

- Pero Alec y Renata se casaron hace 150 años- les conté. De cierta forma estaba muy agradecida con Alec, me había traído a Volterra y había sido quien me transformó y me entrenó. Todo ello por poder estar cerca de Renata que permanecía siempre al lado de Aro como su guardia personal. Su amor era evidente a pesar de la marcada diferencia física. Alec parecía apenas un adolescente.

- No es lo mismo Bella. Hace más de un milenio que los clanes no se reúnen así. Aro ha convocado a un concilio ya que casi todos los aquelarres asistirán- Alice se veía feliz, cientos de vampiros apreciarían su obra. Ella se había encargado de casi todo. Desde el vestido hasta la decoración.

–Claro que ustedes tienen una buena excusa para no asistir- dijo Rosalie con un tono pícaro en su voz.

- Bella, hija, Carlisle ya está en el vestíbulo, el auto espera- Esme me miraba con tanto cariño.

Caminé por los pasillos de piedra, había pasado tantas veces por aquí aunque nunca tan feliz como ahora.

Carlisle llevaba un smoking negro y me sonreía. Me ofreció su brazo y subimos a la limosina. Alice, Esme y Rosalie subieron a un auto delante de nosotras. La pobre Alice tenía aún una expresión de frustración, inicialmente había planeado que llegaría a la iglesia en un coche tirado por cuatro caballos pero no hubo forma de poder entrenar a los pobres animales para que obedecieran. Cada vez que uno de nosotros se acercaba relinchaban y salían huyendo, algunos se lastimaron severamente tratando de alejarse. Al final mi pobre hermana tuvo que resignarse y aceptar un lujoso auto.

- No he conocido a dos personas que merezcan más ser felices como ustedes- me dijo Carlisle mirándome.

- Gracias por todo- le dije. Era como mi padre ahora. Él me llevaría hasta el altar.

Las calles iban pasando, estábamos cerca de la imponente catedral de piedra. No sentía temor sólo ansiedad. Esto era lo que había esperado desde hace tanto tiempo, estar con él para siempre, ser uno por toda la eternidad.

***Flashback***

Corríamos por el bosque de la mano, casi volábamos, los árboles eran sólo manchas verdes. Nuestra coordinación era perfecta, como si lo hubiéramos hecho miles de veces antes. El paisaje fue cambiando bajo nuestros pies había una blanda capa de nieve. Llegamos a la casa que por tantos años visité. Me sentía nerviosa nunca me había acercado tanto pero Edward estaba ahora conmigo y o había nada que temer.

Nos esperaban en la puerta, todos nos miraban y sonreían. Alice saltaba y fue la primera en venir corriendo hacia nosotros.

- Bella, Bella por fin viniste. Te he visto tantas veces y siempre desaparecías- dijo casi airándome al suelo, a pesar de ser pequeña y parecer frágil era muy fuerte.

- Edward, tonto hermano gruñón- se lanzó sobre él. –Si alguna vez hubieras contestado mis llamadas te habría advertido- le reprochó.

- Lo siento pequeña, nunca volveré a dudar de ti- le dijo él agachando la cabeza.

Carlisle y Esme estaban delante de mí, ella nos miraba con una preciosa sonrisa y no se decidía a quien abrazar primero.

- Hijo- dijo por fin abrazando a Edward y sentí las manos de Carlisle en las mías.

- Sabía que todo resultaría bien- me dijo. –Edward, bienvenido nuevamente- y lo abrazó.

- Bella- oí la voz retumbante de Emmet. -¿De verdad trabajaste para los Volturi? Debes contarme cómo es ese tal Félix- me abrazó muy fuerte y luego me levantó del piso y me dio un par ve vueltas. –Por fin estamos completos- gritó. Luego de dejarme en el suelo, se giró a abrazar a Edward, las palmadas que le dio en la espalda podrían haberse escuchado a un kilómetro de distancia. –El hijo pródigo ha vuelto. A ti si que te gusta sufrir hermanito- le dijo riéndose.

Jasper estaba a un lado, abrazó en silencio a Edward y luego se plantó frente a mí.

-Bella, lo siento. Perdóname- dijo cabizbajo.

- Jasper no quiero oír ninguna palabra al respecto, jamás te he culpado por lo que pasó- le dije suavizando mi voz.

- Lo vez tonto- gritaba Alice alrededor de nosotros. Abracé a Jasper, al principio se sorprendió pero luego me correspondió.

Rosalie también se acercó.

- Me alegro de verlos- me dio un suave abrazo y un beso. Abrazó a Edward.

- Lo siento mucho pero ¿podrías dejar de insultarme mentalmente mientras me abrazas?- le dijo Edward y todos reímos. Nos dimos un fuerte abrazo grupal por fin había encontrado a la familia que tanto había buscado. Ahora era parte de ella.

***Fin del flashbacks***

El auto se había detenido, abrieron la puerta y bajé detrás de Carlisle. Alice me arreglaba el vestido, Rose me retocaba el velo y Esme nos tomaba una fotografía.

Entramos en la iglesia después que ellas. No podía creer tantos rostros conocidos: Benjamín del clan egipcio, el niño que casi sepulta a Felix cuando fuimos detenerlo a causa de su extraordinario poder con los elementos. Liam de Irlanda que también se enamoró de una humana y reveló el secreto. Zafrina del clan de las amazonas quien nos ayudó a encontrar a Joham un vampiro que estaba experimentando con una nueva raza de híbridos y matando muchas mujeres. Todos me sonreían. Estaba feliz de volver a ver a tantoa amigos.

Llegamos al altar, Edward me miraba con devoción, todos mis sentimientos se arremolinaban en mi pecho, ahora nunca me quedaría atrás, tenía el poder para mantenerme a su lado eternamente.

-Cuida de ella- dijo Carlisle poniendo mi mano sobre la de su hijo.

- Con mi existencia- respondió sonriéndome.

Aro fue quien presidió la ceremonia, convenientemente adaptada para nuestra especie. No hubo un "hasta que las muerte los separe" ni un "todos los días de mi vida" se usaron palabras que englobaban mucho mas. "Por siempre", "eternamente", "todos los días de mi existencia"

Terminada la ceremonia y ya como marido y mujer fuimos felicitados por todos. Carlisle me ayudó a presentarnos entre sí ya que conocía a muchos de nuestros ilustres invitados.

Ya casi era hora de salir a nuestra larga luna de miel que Alice había programado.

- Bella, hay algunas personas que quieren felicitarte también- dijo Alice.

- ¿Alguien que no haya visto? No sabía que habían llegado invitados a último momento…

- Jacob Black llamó hace un par de horas.

- ¿Jake está aquí?- pregunté horrorizada.

- Tranquila, no es suicida, está en Florencia, pueden pasar a verlo antes de iniciar su luna de miel- dijo encogiéndose de hombros.

- Me ha parecido o acabo de oír el nombre de un licántropo – dijo Edward abrazándome por la cintura.

- Jacob Black, está en Florencia- le respondí.

- Entonces será mejor darnos prisa para que puedas saludarlo. Nuestro vuelo hacia Paris sale en 4 horas- dijo besándome el cuello.

Salimos de Volterra, yo estaba nerviosa, no sabía lo que me esperaba. Hacía un par de años que no veía a Jake. ¿Tendría algo que decirme?

Llegamos al hotel dónde se alojaba. Lo encontramos en la recepción discutiendo con Leah. Al vernos los dos se sobresaltaron. Jake no aparentaba los 40 años que tenía. Leah se veía apenas como una mujer de 30 años.

- Bella- me dijo acercándose un poco pero se detuvo al ver a Edward a mi lado. –Te abrazaría si no fuera por el aroma- y sonrió.

- Yo también me alegro de verte Jake. Que sorpresa.

- Bueno es cierto, quería felicitarte, tu amiga Alice me envió una disimulada invitación y quería verte. Me alegro de que al fin lo hayas encontrado- miró a Edward con recelo.

- Me da gusto conocerlos- dijo Edward apenas esbozando una sonrisa.

- Si a mi también me da gusto conocerte a pesar de lo que eres- le dijo Leah. –Bella te vez genial. ¿Podríamos acompañarlos a algún lado?- agregó

- Es difícil pero Bella tiene que saber Leah- dijo Jake casi reprendiéndola.

- ¿Pasa algo Jake? ¿Mi padre o mama?- pregunté alarmada.

- No ellos están bien, aún. Lo que pasa es que Leah no fue tan cuidadosa como yo en venir aquí. Hay alguien que quiere verte y pues no sé si sea buena idea.- dijo rascándose la cabeza.

- ¿Alguien? No habrás traído a María verdad Jake, ella no tendría que saber…

- John me siguió- Leah se veía incómoda.

- ¿Él está aquí?- pregunté sorprendida.

- Está en el piso de arriba y muy nervioso, se pregunta que aspecto tendrás- dijo Edward.

- No debe verme, ni a ti, vámonos- me giré para salir del hotel.

- Creo que le debes una explicación. ¿Él te obsequió un cuadro?- dijo Edward sonriendo.

- Oh Dios, no lo ha olvidado- dije apesadumbrada.

- Podrías explicarme- me dijo mí ahora esposo con una amplia sonrisa, al parecer le divertía oír los pensamientos de todos alrededor. Leah se veía muy enfadad, Jake como siempre despreocupado.

- Hace casi 10 años fui a Chicago con el fin de saber de aquel cuadro en la casa Massen. La casa estaba en venta. Me entretuve con la nota que estaba sobre el cuadro decía claramente "Para Isabella". John me sorprendió allí, pensó que estaba soñando, yo sólo salí corriendo. Creí que tal vez creyó que alucinaba.

- ¿Te sorprendió un humano?- ahora Edward reía.

- Regresé al siguiente día y me llevé el cuado a Volterra. Se lo di a Carlisle hace dos años.

- Ahora entiendo el misterio del cuadro en Denali- dijo Edward.

- No me agrada esto pero creo que deberían verlo al menos una vez- me sorprendió que Leah me dijera eso. –Es difícil para mí, sabes, debido a sus sentimientos por ti. Pero todos estos años él ha estado seguro de que tú vivías. Yo lo sabía pero no podía decirle nada. Con el tiempo se fue haciendo a la idea pero tuvo que visitar un par de psiquiatras.

- Estoy de acuerdo. Vamos- Edward me tomó de la mano y tiró de mí.

Subí las escaleras casi sin pensar, trataba de recordar todo lo que pasó en el tiempo de la universidad. Mis recuerdos eran un tanto borrosos ya que esa parte de mi vida no la había fijado en mi mente tan desesperadamente como el recuerdo e Edward. ¿Cómo se vería ahora John? ¿Se vería como un hombre mayor? Caminamos por un pasillo con varias puertas. Nos detuvimos frente a la habitación 205, la puerta estaba junta. Contuve la respiración y empujé la puerta. Allí mirando por la ventana estaba un hombre de 45 años, ancho de espaldas, con el cabello apenas entrecano y un tanto subido de peso. Se giró a verme y no mostró el menor signo de miedo o sorpresa.

- Sabía que no habías muerto- dijo sonriendo. Sus ojos eran de un verde precioso, tal y como recordaba. –Te vez bien- De pronto miró detrás de mi y sus ojos se abrieron un poco. –Edward. Es un placer conocerte.

- El placer es mío John- le estrechó la mano. Ambos sonreían, se reconocían, sabían que de alguna forma lejana estaban emparentados.

- Me alegro de que estén juntos- dijo John, ahora hay luz en tus ojos Isa... Bella.

Me acerqué y me abrazó.

- No quiero saber que eres, aunque lo supongo. Sólo saber que estás bien tranquiliza mi espíritu. Pensé que estabas perdida y sin rumbo. Ahora que sé que se han encontrado estaré en paz- Nos miró a ambos y sonrió.

- Estamos juntos y así será para siempre- dijo Edward abrazándome. –Gracias por todo John, por cuidar de ella y haberte arriesgado a venir hasta aquí.

- Ha sido genial verlos, ahora aunque me digan que estoy perdiendo la razón no volveré a aceptar ir a un loquero. Cuida siempre de Bella- John nos sonreía

- Con mi vida- Se abrazaron. –Debemos irnos pronto o perderemos nuestro vuelo.

- Adiós Bella, que seas muy feliz- me sonrió

- Nos veremos alguna vez John, cuida de Charlie por mí.

Salimos de la habitación más calmados y tranquilos. Estaba muy contenta, por fin había unido mi pasado y mi presente. Y ahora el futuro se tornaba tan brillante. Al lado de Edward todo me parecía un cuento de hadas. Él era todo lo que yo quería. Él era todo mi mundo.

FIN

- Notas de la autora:
Gracias por su paciencia, me costó terminar este fic. Escribí muchas veces este epílogo y ninguna me convencía quería una ultima aparición de John, un personaje al que le tomé cariño. Gracias a todas por sus constantes muestras de apoyo.


Besitos besitos
PATTYMASSEN
FanFiction: PATTYMASSEN
 


- Mas notas mias:
Chicas muchas gracias por leer esta  historia espero que les halla gustado tanto como a mi ^^, seguire subiendo algunas de las historias que piense que les van a gustar, o si quieren que haga propa a alguna de las suyas con gusto lo hare, estoy aqui para lo que necesiten, muxhas gracias por todo.

Anabella Cullen

Capitulo 26

EDWARD POV

Sus manos entre las mías, sus ojos en mis ojos, era todo lo que había soñado. Volver a tenerla. Quería preguntar muchas cosas y no sabía por donde empezar, sabía que no me ocultaría nada. Así que debía empezar por lo primero

- ¿Me amas?- le dije

- ¿Lo dudas?- respondió

- No, ya no- y le sonreí

- Claro que te amo, nunca he dejado de hacerlo aunque pensé que, bueno ya sabes, lo último que me dijiste no fue nada romántico ¿verdad?

- Lo siento- le respondí.

-Bella- le dije y se sentía maravilloso poder decir su nombre mientras la miraba, sus bellos ojos chocolate ahora eran de un dorado brillante, pero era la misma mirada.

- Edward- respondió, mi nombre sonaba maravilloso viniendo de ella.

- ¿Me contarás ahora la verdad de lo que paso?- pregunté

- Si. ¿Qué deseas saber?- y me sonrió.

- ¿Quién te convirtió?- pregunté, aunque ya sabía la respuesta quería confirmarlo.

- Alec-respondió sin vacilar, no esperaba esta respuesta.

Mi mente vagó por todos mis recuerdos tratando de encontrar a alguien con ese nombre en todos estos años.

- ¿Quién es Alec? Espera, antes de que me pierda nuevamente. Aclárame algo. Leí tus cartas y solo hasta hora me doy cuenta de que fuiste tu la que escribía hasta que te encontraste nuevamente con Victoria. Pensé que ella había sido la que te convirtió. ¿Qué es lo que pasó allí? No fuiste clara al respecto. Sé que en un momento determinado aparecieron los licántropos.

- Cuando ellos aparecieron ya era tarde. Yo había tomado mi decisión. Acepté irme con Victoria, Jacke y Sam no pudieron hacer nada, Victoria no estaba solo con Laurent. Había 5 más con ella. Neófitos.

- ¿Cómo que aceptaste ir con Victoria? ¿Neófitos? Bella ¿Dónde has estado este tiempo?- Parecía para ella tan conocidos todos los términos de nuestra.

- Buscándote, siguiéndote. Esperando- respondió suspirando.

- Bella, cuéntamelo todo- le pedí ansioso

BELLA POV

Su rostro estaba a unos centímetros del mío, quería besarlo nuevamente pero tenía una historia larga que contar, esperaba que no me interrumpiera a menos que sea necesario. Así que comencé.

-Cuando recibí la nota que me habían enviado, firmada por Rosalie, pensé que podría también ser una trampa de Victoria, lo presentía. Había tenido varios días para decidirme. Sea quien sea que fuera, lo seguiría porque solo quería hacer una cosa en el mundo. Encontrarte. Si era Victoria se lo pediría, no importaba el precio. Sentía que en cualquier momento saltaría de un acantilado cuando ya no pudiera soportar la tristeza en mi pecho. Nunca me recuperé por completo, hice muchas cosas para reponerme pero siempre me faltaba el aire, me faltaban fuerzas. Me sentía quebrada.

Cuando ella me tomo en brazos para llevarme llegó Jacke y pelearon por un momento, luego llegaron los neófitos que ella había creado para poder llegar a mi.

Victoria quería venganza. Me propuso un trato. Me ofrecía la inmortalidad, con una condición. Ayudarla a destruirte. Ella era buena rastreadora, me dijo que sabía donde estabas creía que como me habías dejado yo también te odiaba. ME tomó solo dos segundos aceptar y me llevó lejos de allí. Los demás se quedaron luchando. Pero cuando llegamos al lugar donde se había estado escondiendo en Chicago había otros dos neófitos más. Uno al parecer era su nueva pareja. Y la otra recién había despertado. Se abalanzó sobre mí y con mucho esfuerzo lograron quitármela de encima. No habían terminado de dominarla cuando ellos llegaron. Cuatro figuras encapuchadas salidas de la nada, se confundían con la noche. Dos de ellos muy altos y siniestros y dos más con las caras muy pálidas y hermosos. Sin mediar palabras acabaron muy pronto con Victoria y los otros dos neófitos. Hablaron brevemente acerca del ataque en el lago sobre la prohibición de verse expuesto en un lugar público.

Luego ella se volvió hacia mí. Jane. Me miró con mucha arrogancia y sus ojos parecían taladrarme. Yo no sabía lo que estaba haciendo ni lo que pasaba. Uno de ellos Félix soltó una carcajada al ver la situación. Inmediatamente Jane lo miró y él rodó por el suelo retorciéndose de dolor. Presentí que eso era lo que me estaba haciendo segundos antes y me alegraba que al igual que contigo mi mente funcionara en otra frecuencia o de tener mal la cabeza. Entonces el otro que tanto se parecía a ella, se acercó a mí, sólo me miraba, no sabía si estaba intentando hacerme algo.

Entonces sentí que Jane se alejaba unos pasos, después de unos minutos los otros dos comenzaron a moverse de forma extraña, como si estuvieran ciegos. Yo seguía allí de pie sin saber que hacer. Sin poder correr o escapar.

Entonces él fue el primero en acercarse a mí.

- Soy Alec, cual es tu nombre me dijo.

- Soy Bella, le respondí.

- ¿Sabes que somos?- me preguntó

- Vampiros- respondí sin titubear.

- Y puedo saber como lo sabes- volvió a preguntar con gran interés.

- Amo a un vampiro- le dije

Ella soltó una carcajada y se acercó a mí.

- Félix, acaba con ella- ordenó

El mas alto y fornido de todos dio un paso hacia mí, al parecer ya se había recuperado de lo que sea que le pasaba. Pero Alec lo frenó.

- Ella va a acompañarnos- dijo

- Sabes que no hay concesiones ni perdón- dijo Jane

- Este es un caso particular y estoy seguro que los maestros apreciarán una buena historia como la que Bella tiene para contarnos y yo estoy impaciente por oírla, además de aclarar porque es inmune a tu poder y al mío.

Y nadie dijo más al respecto. Solo Jane me lanzaba miradas de odio.

Ese día me llevaron con ellos en un vuelo privado hacia Italia. Y llegamos a Volterra. Recordaba los grabados que me mostraste en el despacho de Carlisle y recordé a los volturi. También recordé que los mencionaste una vez mientras veíamos una película, una familia muy poderosa, lo más cercano que hay a la realeza.

Me llevaron a un edificio muy antiguo y amplio. Me sorprendió hallar a una mujer en la recepción y dirigirse a ellos como si fueran sus amigos.

Y entonces después de pasar muchos corredores me hallaba en una de las torres de ese recinto. En la antesala de aquel salón espere por espacio de dos horas, hasta que me permitieron entrar.

Los ojos de Edward se abrieron de golpe ya que los había cerrado todo este tiempo concentrado en mi voz.

- ¿Los conociste? Me preguntó.

- Si, me recibieron muy intrigados. Jane y Alec le hicieron una profunda reverencia.

Alec les explicó lo que había ocurrido, cómo habían seguido el rastro de Victoria y la creación de los neófitos. Ellos escucharon con sumo interés aunque sus rostros eran inexpresivos. Mencionaron que habían presenciado una pelea entre hombres lobo y vampiros. Y que la pelirroja creadora de los neonatos me había llevado hasta su escondite. Donde le dieron muerte junto con otros dos neófitos. Pero que estaban muy intrigados por saber porque había habido una pelea de ese tipo por secuestrar a una humana. También mencionó que yo era inmune a sus poderes y que sabía sobre su existencia. Y tambien que yo había afirmado que amaba a uno de su raza.

La expresión del mayor de todos ellos cambió y se dibujó una sonrisa en su rostro. Al parecer Aro, como le llamaban, encontraba divertido e inusual todo lo referente a mi.

- Acércate pequeña. No te haremos daño. Y me tendió su mano.

Me acerqué con temor y lo toque. Era muy frío y su piel muy gruesa y extraña.

- No puedo ver nada- dijo frustrado. –Necesitas contarnos tu historia. De eso depende ahora tu vida. Y luego deliberaremos.

Entonces comencé a narrarle mi historia, como te conocí y cómo supe sobre ustedes. Obvié algunas cosas como el tratado que hicieron con los licántropos. Solo les expliqué que era amiga de uno de ellos, lo cual le pareció interesar mucho. También les conté sobre James y Victoria. Y por último de la forma en que me dejaste. Eso le sorprendió.

- Típico de mi buen amigo Carlisle- dijo. – Me alegra que haya encontrado una especie de familia- y entonces se volvió hacia sus hermanos para deliberar.

Se tomaron un buen tiempo para ello, yo permanecía de pie y casi me dormía cuando Aro se dirigió nuevamente a mí.

- Las leyes son claras amiga humana- dijo y sonrió al ver mi rostro de ignorancia

- El que no sepas las leyes es irrelevante- volvió a decir.

- Me las puedo imaginar- le respondí

- Quiero oír lo que te imaginas- dijo sorprendido.

- Muerte o transformación- dije

- ¿cual de las dos opciones prefieres?- me dio a elegir.

- Lo segundo- respondí con reverencia, esta vez les estaba implorando.

- Eso tendría sus condiciones- aseguró

- Y yo las cumpliré- le dije porque estaba decidida.

- Primero pequeña, alguien debe ofrecerse a realizarlo y a cuidar de ti el tiempo que te lleve disciplinarte y entrenarte. Son muy prometedores tus dones- dijo y pasó su vista entre todos los presentes. Habían otros vampiros mas, que yo no sabía quienes eran.

- Yo me propongo Maestro- hablo Alec – Jane abrió la boca horrorizada pero no dijo nada.

- Bien. Ya tienes protector. Ahora solo falta tu juramento. Deberás entregarnos un tiempo de colaboración poniendo tus dones al servicio del deber con nosotros.

- Haré lo que sea Maestro- dije aun temblando y deseando que no fuera mucho tiempo.

- 15 años me parecen suficientes- sentenció

- Maestro me podría conceder unos días entre cada año. Unos días en los cuales me pueda ser libre de verdad.

- ¿Como unas vacaciones humanas? Suena interesante. Nadie nunca pidió algo parecido. Me parece justo.

Y entonces allí comenzó realmente mi aprendizaje.

- Alec, tenía otras intenciones a parte de tu transformación- preguntó Edward con dolor en su mirada

- Si- dije alargando su agonía

- Entiendo- respondió.

- No creo que sean las intenciones que imaginas- le aclaré

- ¿Entonces?

- El quería entrenarme, para que ocupara su lugar.

- ¿Por qué? – me preguntó muy intrigado

- Porque no le gustaba viajar ni trasladarse tantas veces. Odiaba su trabajo, quería quedarse en Volterra, al lado de la persona que amaba.

- ¿Entonces él te transformó?- preguntó

- Si.

- ¿Fue doloroso?- preguntó.

- Si, aunque no tanto como yo esperaba ni fue tan largo. Solo dos días. Al parecer cuanto más tiempo tenemos la ponzoña es más poderosa.

- ¿Cómo fueron tus primero días?-

- Extraños. Pasé una semana encerrada para fijar en mi mente los recuerdos que tenía. No quería olvidar.

- ¿Y bebiste sangre humana?- me preguntó temeroso

- Me agradaría decir que no. Pero cuando tenía pocos llegó Heidi y me ofrecieron a un hombre moribundo, no pude resistirme pero fue del único ser humano del que he bebido.

- ¿Y luego que pasó? Preguntaba Edward mas intrigado cada vez.

- Después de comunicarme con Jacke empecé mi entrenamiento y mi nueva vida.

- Con Jacke

- Él sabía que yo no había muerto, al menos que no había dejado de existir y que me estaría buscando, debía decirle que fingiera mi muerte, darle instrucciones para que pueda consolar a Charlie y a mi madre. Para que sepan que no volvería, al menos por un tiempo pero los demás deberían darme por muerta.

- Las últimas cartas. Llegué a creer que fuiste tú.- dijo con mucha tristeza

- Son del diario de Leah, ella prácticamente ocupó mi lugar cuando desaparecí. Charlie y su madre se casaron y ella fue un poco la hija que perdió. También vivió con Jacke y se casó con John. Me pareció justo mostrarte una vida humana como la que querías para mi. No sabía la forma de decírte que había seguido otro caminno. Te he rastreado por mucho tiempo. Me enseñaron a rastrear pero no tengo el don tan desarrollado como Demetri.

- ¿Quien es Demetri?

- Pasé varios años con él, Felix y a veces con Heidi. Los Volturis están muy bien organizados.

- Cuando leí esas cartas creí que te encontraría con una familia, estaba casi preparado para irme pero quería verte una vez más. Me congelé al sentir a otra mujer en el lugar que debías estar.

- Ese no era mi lugar, siempre lo supe.

- Cuéntame sobre tu vida en Volterra- me pidió

- Los primeros meses fueron los más duros, pero en medio año estaba completamente disciplinada en cuanto a mis instintos y mi alimentación. Solía cazar en los bosques de Volterra en un principio y después mucho más lejos. También me enseñaron a expandir mi don y a materializarlo.

- ¿Cual es tu don?

- Escudo. Puedo repeler cualquier ataque mental e incluso físico. Puedo evitar incluso que la lluvia me moje o ser detectada por mi olor. Puedo expandirlo en un radio de 100 metros, no lo he intentado más allá porque no lo he necesitado.

- ¿Y qué tipo de trabajos realizabas para ellos?

- Vigilancia. Seguimiento y castigo a los trasgresores. Aunque me enseñaron a luchar pocas veces lo he necesitado. Viajé a muchos lugares a mantener a los de nuestra raza en el anonimato. Nunca pensé que hubieran tantos clanes, he conocido muchos de nuestra raza y he hecho muchos amigos.

- ¿Y alguna vez hubo alguien especial?- Su pregunta fue casi un susurro.

- Si- dije sonriendo. -Hubo una vez alguien de quien me enamoré perdidamente.

- ¿Y qué pasó?- preguntó mirando al cielo.

- Me dijo que no me quería y me dejó. He pasado muchos años buscándolo- dije riendo.

Se volteó y me rodeó con sus brazos, apretándome contra su pecho.

- No sabes cuanto te he extrañado, no tienes ni idea todo lo que he vivido, conté cada segundo lejos de ti- me dijo al oído.

- Creo que me puedo hacer una idea- dije mirándole fijamente. –Yo no he vivido en el cielo precisamente.

- Esto es el cielo- dijo besándome. Sus besos no eran como recordaba, ya no era frío ni su piel dura. Era suave y cálido, podía sentir cierto calor emanando de él.

- Tu familia- le dije en un susurro. –Le prometía a Carlisle…

- ¿Qué? ¿Los has visto?- preguntó

- Vi a Carlisle en Volterra hace dos años. Me contó que llamabas una o dos veces al año. Me dijo que estabas en Australia la última vez que lo habías hecho.´

- Si, no recuerdo bien, hace casi un año que no les llamo, no sabía que te había visto, al parecer estoy perdiendo mi don con él- dijo algo avergonzado.

- Debemos ir a buscarlos, se pondrán muy felices al saber que estamos juntos otra vez, además tiene algo que me pertenece.

- ¿Qué es?

- ¿Recuerdas aquel cuadro en la casa de los Massen?

Capitulo 25

BELLA POV

He esperado tantos años y pensé que podría esperas unas horas en calma. Pero ha sido el tiempo mas largo al que me he enfrentado.

Él está en casa de Charlie ahora y yo debo esperarlo aquí, sé que vendrá y lo sentiré en cuanto salga por la ventana.

Como he deseado acercarme a él todos estos años y volver a ver sus ojos otra vez. Pero el recuerdo de aquel día sigue presente en mí, es como un sueño lejano pero es el que más me ha acompañado y me ha ayudado a soportar esta vida.

"¿Tú... no... me quieres?

-No."

"No me convienes, Bella."

"Te garantizo que no volverás a verme. No regresaré ni volveré a hacerte pasar por todo esto. Podrás retomar tu vida sin que yo interfiera para nada. Será como si nunca hubiese existido".

Una parte de mi lo creía, la otra lo rechazaba rotundamente. Pero hasta que no oiga de sus propios labios lo que siente no estaré segura.

He cumplido mi condena y ahora soy libre. Sé que podría ir al lugar que quisiese, pero es aquí donde más anhelaba estar. No en Forks, aunque todos estos años solo regresaba para asegurarme de que mi padre viviera feliz. Los niños le han dado un nuevo aliciente y ha volcado todo su amor en la pequeña Bella. He visto como la mira, como solía mirarme a mí, con ese mismo cariño.

John y Leah parecen felices, supe que habían pasado muchos años separados, hasta que él dejó de buscarme y se decidió a ser feliz. Y me alegra que lo haya hecho porque me di cuenta de que ella lo amaba incluso antes de mi conversión.

Jacob tiene ahora a María, nunca pensé que dos personas que parecían llevarse tan mal terminarían amándose.

Él ha sido de mucha ayuda para poder regresar cada año, ahora como el jefe de su manada podía permitirme acercarme a mi padre. Aunque los primeros años peleó mucho con Sam por mi causa, ya que yo no había hecho el pacto con ellos y no era una Cullen.

Solo podía venir aquí dos días cada año. Eso era lo que me habían dado mis jefes, los volturi. Fueron 15 años de trabajos extraños en tierras inhóspitas y con seres tan diversos. Y solo una semana al año podía ser libre de ir a donde me plazca. Aquí solo pasaba un día y los otros me dedicaba a buscarlo a él. Fui por tres años seguidos a Alaska y casi me descubre Alice. Vagué por muchos lugares distintos, hasta que un día pude descubrir su rastro en Sudamérica. Pero él ya no estaba allí. Me preguntaba a dónde había ido. Hubiera sido tan fácil preguntarle a Demetri. Pero yo no llevaba ninguna prenda suya y él no lo había visto nunca. No me atreví a pedir ayuda, debía confiar en mis habilidades.

Pero mis 15 años de condena o de apoyo como ellos lo habían denominado había aprendido muchas cosas que nunca imaginé. Claro yo me imaginaba la inmortalidad al lado del ser que amaba, no una vida así. Pero me adapté rápido además sentía una gran deuda con ellos. Literalmente me habían perdonado vida.

Empezaba a amanecer, me pregunto qué está pensando, si ya ha leído todo o si ya descubrió la última nota que le dejé hace poco.

Y que pasará ahora, cuando venga hacia aquí. ¿Podré resistir estas ansias de mirarle y tocarle? Y si no quiere verme más.

Carlisle me dio ánimos para continuar sino no habría hecho todo esto. Yo pensaba alejarme lo más posible o al menos sólo verlo y desaparecer. Pero la fortuna hizo que me encontrara con él hace dos años, cuando fue a Volterra.

Sentí su esencia en el ambiente, ensanche mi escudo como había aprendido a hacerlo para no ser detectada, me coloqué tras de un árbol lo más cerca que pude a mi tumba, era raro ver una tumba con mi nombre y con el epitafio que yo misma escribí.

Quieta como una piedra espere. No tardo en llegar, tenía el semblante desencajado miraba todas las lapidas buscándome. Me encontró y llego hasta mi tumba donde pensaba que yo yacía. ¿De verdad pensaba que yo estaba allí después de haber vivido varios años una vida sin él?
Me acerque un poco muy lentamente segura de que mi escudo me protegía, lo vi de rodillas parecía sollozar

"Perdóname"- le oí decir. ¿Estaba arrepentido?

- Te amo, te amo, claro que te amo, como pudiste creer que no te amaba. Siempre te he querido y siempre te querré. Cada segundo de los que estuve lejos estuve pensando en ti, viendo tu rostro en mi mente. Cuando te dije que no te quería… ésa fue la más negra de las blasfemias- Esperé tanto por estas palabras, mi corazón muerto pareció revivir y saltar en mi pecho

- Eso era lo que necesitaba oír.- murmuré sin poderme contener.

Pero él no levantó la vista seguía sujetando el mármol.

- Edward- le llamé no quería verlo sufrir así. Él no me miraba seguía sumido en su dolor, pasaron unos minutos tan largos, le lluvia cesó, yo estaba seca debido a mi poder y entonces decidí retirar mi protección para que me sintiera.

Levantó los ojos hacia mí muy lentamente, me miró como si fuera una aparición, como un humano mira a un fantasma. Había miedo en sus ojos. Le sonreí y le tendí una mano. Quería tocarlo, después de todo este tiempo ansiaba verlo de cerca y tocarlo una vez más.

Llegó más rápido de lo que pensé, me tomo entre sus brazos, me estrechó con tanta fuerza que me costó respirar. Luego lentamente se separó de mi seguía mirándome con miedo y angustia en sus ojos.

- Volviste- le dije

- Pero yo… tu… ¿por qué? ¿Qué es lo que te pasó?- dijo atropelladamente. No podía creer que tartamudeara de esa forma, eso me causó mucha gracia y volví a sonreír.

Y luego me besó, como nunca lo había hecho antes, era el beso mas apasionado que me había dado, ya no temía romperme como cuando era humana, yo le correspondí con todo mi ser, podría quedarme así para siempre.

Después de unos segundos o minutos nos miramos, me tomó en brazos y me levantó del suelo, corrió por el bosque, sentía el viento, su aroma, corría y en sus ojos pude ver alegría otra vez. Llegamos a un claro en el bosque.

Un recuerdo lejano me llegó.

"Ahora eres lo más importante para mí, lo más importante que he tenido nunca."

"Y de ese modo el león se enamoró de la oveja"

"Qué oveja tan estúpida"

"Qué león tan morboso y masoquista"

Era como un sueño tan lejano. Pero yo sabía que eso había sucedido. Los primeros días desde mi creación, las dos semanas que estuve en Volterra solo me dediqué a recordar todas las escenas de mi pasado, todas donde él estuviera. No quería olvidar nada, no quería que ese pasado se desvaneciera, después de todo me habían dado a elegir y esta había sido mi elección, porque yo tenía esperanza.

De pronto sentí que me depositaba en la hierba. Se recostó a mi lado, como hace tanto tiempo y permanecimos así algunas horas, mirando el cielo, aspirando nuestros aromas, con las manos entrelazadas. Ninguno de los dos se atrevía a hablar, a romper el silencio. Sabía que debía explicar tanto. Desde el momento en que mi vida cambió. Él tendía miles de preguntas y yo muchas respuestas más.

Capitulo 24

chicas!!  siento mucho que hallan esperado mucho pero ya esta aqui el proximo capitulo... 


EDWARD POV


Me quedé petrificado "donde descansan eternamente"


No. Bella no pudo haber… ella no…


Salí veloz, no me importaba ya si me veían o me escuchaban. Sentí la lluvia empaparme.


Qué es lo que había pasado, no comprendía, no quería aceptar nada aún.


Me tomó 3 minutos llegar allí. Al cementerio de Forks.


Pasé mi vista por todas las tumbas, me detuve una milésima de segundo en nombres conocidos. Newton, Stanley…


Swan. La vi. En el extremo sur, alejada de todas las demás estaba una lápida de mármol blanco. Llegué frente a ella.


Isabella Marie Swan.


Caí de rodillas. Bella, mi Bella. No podía ser, cuando había pasado esto. ¿Después de tener a su hija? ¿Esa mujer era la nueva esposa de John?


Había vivido muy poco tiempo, todas aquellas imágenes que formé a través de sus cartas me llegaron de golpe, el colegio, los lobos, la universidad, la casa de los Massen, el ataque, los viajes, su boda, sus hijos.


Me acerque temblando. Toqué el frío mármol, debajo del cual yacía la persona que más amaba. Jamás diría que la amé eso sería una mentira. La amaría por toda la eternidad.


Por que no regresé antes, desde cuando...cuanto tiempo hacía desde que ella….


Recorrí con mis dedos sobre su nombre:


Isabella Marie Swan


"Las lagrimas más tristes que se lloran sobre las tumbas son por las palabras que nunca se dijeron"


1988-2008


¿Qué? 2008, sólo 20 años. No comprendía. Debía haber un error aquí. Ella vivió más, por lo menos unos 15 años más.


"las palabras que nunca se dijeron"


"Si no me amas. ¿Por qué has vuelto?


No entendía nada, quería llorar, quería gritar.


"Si no me amas. ¿Por qué has vuelto?


Ya no importaba nada, ella no existía. ¿Por qué volví?


Quise hablar pero no podía articular palabra, sólo estaba allí de rodillas frente a esa tumba. Qué le podía decir.


Sólo una palabra salió de mi boca. "Perdóname"


Seguí allí sin poder hacer nada ya.


"Si no me amas. ¿Por qué has vuelto?


Dímelo mirándome de frente"


- Te amo, te amo, claro que te amo, como pudiste creer que no te amaba. Siempre te he querido y siempre te querré. Cada segundo de los que estuve lejos estuve pensando en ti, viendo tu rostro en mi mente. Cuando te dije que no te quería… ésa fue la más negra de las blasfemias- Casi grité, sintiendo que las gotas de lluvia mojaban mi espalda.


- Eso era lo que necesitaba oír-


Una voz me inundó. Se parecía a la de Bella pero era muy lejana como si me hablara desde el cielo. ¿Es que ahora la podía escuchar? ¿Acaso un muerto como yo podía tener alucinaciones?


No podía apartarme de la tumba, mis manos se aferraban a ella, mis ojos estaban cerrados.


- Edward.


La oí otra vez. Ella me llamaba. Mi precioso ángel, como yo podría siquiera pretender mirar al cielo. Quizás si me quedaba un poco más aquí, podría oírla otra vez. Pero a dónde iría. Ya no tenía un lugar a dónde ir. Ya no pertenecía a nadie.


No se cuanto tiempo pasó, ya no sentía el golpetear de gotas en mi cuerpo. La lluvia había cesado. Sentí una leve brisa y un perfume llegó a mis sentidos. Me impactó como la primera vez, pero no sentí el sabor de la ponzoña. Era su aroma, no el olor de su sangre. Pero era su aroma.


Abrí los ojos y levanté la vista muy despacio. Frente a mi la más hermosas aparición de todas me llenó los ojos.


Bella, mi Bella. Parecía un fantasma, pálida y hermosa con un corto vestido blanco.


Las sensaciones me golpearon todas juntas: dolor, angustia, miedo, amor. Sentí que no podía respirar. Me tendió una mano. Creí que desaparecería si la tocaba.


Y entonces sonrió.


¿Una sonrisa? ¿Qué era lo que pasaba? Ella no era exactamente como recordaba, se parecía mucho a mi, pálida, con unas ojeras violáceas debajo de sus bellos ojos dorados. Su corazón no latía. Su sangre no fluía. Pero me sonreía.


Me obligué a ponerme de pie muy lento. Me aparté de la tumba y dí dos pasos hacia ella que me esperaba con la mano todavía extendida.


No alcanzaba a comprender, mi mente se negaba a aceptar pero ya no me importaba nada más que la preciosa visión que tenía frente a mí. No me importó siquiera que desapareciera, sin pensarlo dos veces corrí y la tomé entre mis brazos. Sentí el olor de su cabello, su piel suave y cálida. Si esto era una alucinación yo no quería volver más a la realidad, podría pasar el resto de mi existencia así.


Vi su rostro, tan hermoso ¿qué era ella?


- Volviste- me dijo


- Pero yo… tu… ¿por qué? ¿Qué es lo que te pasó?- apenas pude balbucear.


Sonrió y su sonrisa llenó mi vida nuevamente. Recompuso en un solo segundo los trozos de mi alma que estaban rotos por más de 20 años.


No me contuve más y la besé. Quería aspirar su aroma, quería sentirla más cerca. Primero suavemente y luego con furia. Sentí todo nuevamente el dolor de esta media vida que inició el día que me fui pero ahora ella estaba aquí conmigo.


Me correspondió, sus brazos en mi cuello, sus manos entre mis cabellos, igual que antes. Me separé de ella y la tomé entre mis brazos, seguía siendo ligera como una pluma. Y corrí como nunca antes. Sentía la brisa en mi rostro y por primera vez en 20 años sonreí de felicidad. Sus cabellos volaban al viento, sus brazos no me soltaban.


Llegué al claro del bosque, a ese prado dónde una vez pude confesarle todo lo que sentía.


La deposité en la hierba, era una visión etérea.


Ella entre aquellas flores violetas y amarillas mirándome con aquel vestido blanco.


Teníamos tanto que decirnos, tenía tanto que explicar y yo sólo podía mirarla ya no sentía temor de nada, el mundo podía acabarse en ese instante y no me habría importado.


Ella estaba allí frente a mí, la había recuperado y las dudas, las preguntas no me importaban más, ni como había sucedido esta maravilla. Sólo estábamos ella y yo, como siempre debió haber sido, como siempre sería de ahora en adelante.


Ella era ahora como yo, éramos uno entonces y no nos separaríamos más.


Ultimos Capitulos

Capitulo 23

Regresamos a Chicago cuando la madre de John murió, nos instalamos en una nueva y moderna casa con muchas habitaciones, John vendió la casa de su madre.

Llevábamos más de dos años de casados y aunque quería tener familia no era posible aun.

Nos recomendaron un nuevo médico e iniciamos el tratamiento, no entendía porque era tan difícil tener un bebé, siempre supe que había algo malo conmigo.

Después de medio año de intentos fallido al fin se vieron los resultados. Esperaba un hijo. Fue muy duro llevar ese embarazo a término prácticamente viví en el hospital el último mes. Y esa primavera nació nuestro primer hijo.

Tenía los hermosos ojos verdes de su padre y era su viva imagen. Me sentí tan feliz. Charlie, Sue y Seth vinieron desde Forks a vernos. Y aunque todos propusieron muchos nombres para mi bebé, yo sólo había pensado en uno. El nombre de mi padre. John no se opuso sino que me apoyó en todo momento.

Nuestro bebé creció muy rápido tenía 4 años cuando sin pensarlo y sin necesitar un nuevo tratamiento esperaba mi segundo hijo. Este nuevo embarazo nos trajo más felicidad aún, y fue tan sencillo sin ninguna complicación ni molestia, ya sentía que esta pequeña sería un verdadero ángel.

Nació en setiembre y aunque me opuse John la bautizo como Isabella. Pasamos las fiestas siempre aquí en Forks o en La Push, en Chicago no tenemos más familia.

Me siento feliz y tengo todo lo que quiero aunque fue difícil y a veces pienso que las cosas pudieron ser diferentes pero eso es algo de lo que me alegro, que ya todo quedó atrás, solo es un recuerdo que a veces puedo ver en mis sueños o en mis pesadillas.

EDWARD POV
Mi corazón muerto estaba destrozado.

"solo es un recuerdo que a veces puedo ver en mis sueños o en mis pesadillas"

¿Eso era yo ahora? No creía encontrar su corazón libre, ni siquiera esperaba encontrarla sola, pero que ya no sienta ni una pizca de lo que una vez sintió, eso me dolía. Porque había escrito esto. ¿Acaso para torturarme? ¿Para hacerme más miserable aún de lo que ya me sentía?

Estaba tan confundido y envuelto en mis emociones que no me di cuenta hasta que oí que la puerta principal se abrió.

Mi cuerpo se tensó. Me quedé completamente quieto tratando de oír lo más posible. Su esencia no me llegó, así que deberían ser otras personas.

Oí los pasos pequeños y rápidos, sus corazones latían aprisa. Dos niños. Detrás de ellos pasos de un adulto, pisadas fuertes. Un hombre. Y detrás de él pasos mas lentos y pensamientos confusos y simples. Charlie.

"Quiero ver tele, ya es hora de mi programa" era la voz de un niño o sus pensamientos.
- Tengo hambre papá- era su voz, el niño.

- ¿Princesita también tienes hambre?- era la voz de un hombre "seguro que si la tienes jugaste mucho" y esos eran sus pensamientos.

- ¿Si papi, puedo ayudarte?- Era una voz de niña muy dulce.

La oí correr, trastabillar y caer.

- ¿Bella cariño estás bien?

Mi corazón dio un salto al oír su nombre pero recordé inmediatamente, su segunda hija se llamaba Isabella, Charlie seguro que debía llamarla Bella.

Oí el sollozo, unos brazos la levantaron.

- ¿John puedes traerme el botiquín del baño del segundo piso?

Oí pasos que subían la escalera, el baño estaba frente a esta habitación, aunque la puerta estaba con llave no pude evitar tensarme un poco.

Los pasos llegaron y salieron tan rápido como podía para un humano.

"Esta preciosa es tan torpe, como me la recuerda" pensó y en su mente apareció la imagen de Bella caminando en un lugar con muchos pabellones, con una mochila al hombro leyendo un libro mientras caminaba.

- Ay, abuelito, me duele- decía la pequeña. –Papi ¿por qué no viene mamá?

- Se quedó en La Push hija, tenía que conversar con el tío Jacob y la tía María.

- ¿Papá su bebito es muy lindo no?- volvió a preguntarle

- Si mi amor. "quien iba a pensar que ese par que siempre peleaban iban a acabar juntos" pensó y en su mente pude ver la imagen de Jacob en una fiesta, bailando con una chica de piel aceitunada y cabellos negros ondulados, esa debía ser María, la compañera de habitación de Bella en la universidad.

Durante un buen rato solo oí pensamientos sueltos y frases cortas

"porqué tarda tanto la comida" en niño

"ya no me acordaba de cómo curar estas heridas" Charlie.

"pan, queso, jamón, para mi princesa uno trozo de pastel" Ese debía ser John. El mismo John de la universidad, el que la protegió con su vida, su esposo. Lo tenía tan cerca. El hombre que tiene lo que yo tanto soñé.

En mi egoísmo también había pensado en que tal vez mi Bella me esperaría, que la ventana abierta era para mi.

Afuera comenzó a llover copiosamente y no podía entender que hacía yo aún allí. Estaba sentado en el suelo debajo de la ventana, con las cartas aún en mis manos.

Debería irme ya, lo sabía, no dejaría que me viera pero al menos quería sentir su esencia una vez mas, embriagarme de ese olor tan querido y a la vez tan desesperadamente enloquecedor. Estaba seguro que podría soportarlo. Tal vez oír su voz, sentir sus pasos.

Un auto a lo lejos se acercaba. ¿Sería ella?

Rápidamente tomé la primera carta, que parecía mas reciente que las demás, eso no lo había notado y la volvía a leer

"Espero que te hayas distraído suficiente porque la "coladera" mente humana que tengo no te ha podido olvidar y he puesto mucha voluntad en hacerlo.

Quisiste ofrecerme una vida sin ti y he vivido al máximo pero no puedo agradecértelo ya que también te llevaste mi alegría.

Pero al fin, contigo o sin ti el tiempo ha pasado. Mi vida humana que tanto deseabas preservar, al fin de mis días quiero ofrecerte un balance final de todo lo ocurrido y de todo aquello que tú querías que viviera. Espero que te haga feliz, eso sería un consuelo, porque a mi no me hizo ninguna gracia pasar por todo esto"

¿Pero porqué habría escrito todo esto?, si al final me olvidó, consiguió una familia, hijos. ¿Acaso me recordaba aún?

Sentí el auto estacionarse en frente. Mi cuerpo no me respondía. Me repuse, tomé las cartas para ponerlas otra vez en la caja como si nunca hubieran sido leídas.

Si todo esto era para mí, entonces realmente aún me recordaba. Sino porque se habría tomado tantas molestias en dejarme algo.

Ya no sabía que pensar. Me estaba volviendo loco.

Ordené las cartas como en un inicio y me dispuse a dejarlas en su lugar, pero de pronto vi un pequeño papel en el cual no me había fijado, lo tomé rápidamente e introduje las cartas en orden.

Oí abrirse la puerta, contuve la respiración por un momento, quería aspirar su aroma en una sola inspiración cuando estuviera mas cerca.

Sentí unos pasos pequeños que corrían.

- Mami, mami, te extrañé- grito la pequeña

- ¿Harry no saludas a tu madre?- Era la voz de John.

¿Harry? ¿El nombre de Charlie era Harry?

- Déjalo amor, ya hablaré con el- Pero esa no era la voz de Bella, no era la voz que recordaba, no era la voz que tanto había añorado y esperado.
Aspiré con cuidado, lentamente. Ese no era su aroma.
La mujer que había llegado no era ella, no era mi Bella.
Tome el papel que tenía en la mano, lentamente lo levante a la altura de mis ojos.

"Si no me amas. ¿Por qué has vuelto?
Dímelo mirándome de frente.
Sabrás donde hallarme.
Donde termina la vida de los humanos.
Dónde descansan eternamente."

Capitulo 22

EDWARD POV

De alguna manera eso es lo que esperaba leer en algún momento. Saber que me había olvidado y que la había perdido para siempre. Todos mis temores estaban confirmados. Yo solo era un recuerdo muy lejano. Ya no habría más Bella y Edward, nunca más. Y tendría que pasar el resto de mi existencia amando un recuerdo de algo que pudo haber sido.

Debería recordármelo siempre, esto es lo mejor para ella, olvidó y encontró el amor, otro amor. Los humanos olvidan pronto, nada hay en ellos para siempre, nada.
Qué sería de mí ahora cuando ya no había ningún lugar en el mundo en el que pudiera ser feliz.

Ya no era parte de nada ni de nadie. He oído que el amor es mas fuerte que todo, entonces al menos el mío lo seria. Yo la seguiría amando hasta que ella muera y tal vez aun después.

Sólo debía asegurarme de que era feliz y estaba bien. Sólo eso. No dejaría que me viera ni que supiera que alguna vez volví.

Decidí leer las otras cartas, las de ellos, antes de terminar con la última de Bella. Esa sería con la que acabaría. La ultima carta de Bella y luego me marcharía tan lejos como pudiera o tal vez pudiera verla solo una vez más.
Querida Bella:
Eres la persona más especial que he conocido, eres fantástica y divertida.
Sé que pasas momentos duros pero quiero que sepas que puedes confiar en mi cuando quieras.
Si necesitas un amigo ahí estaré para ti.
Si necesitas tan sólo alguien para acompañarte también puedes contar conmigo.
Veo como cada día tu mirada está triste, no tiene porque ser así Bella. Aquí estoy y siempre estaré para ti.
Acepta salir conmigo a cenar este sábado. Hay un restaurante precioso en Port Ángeles al que me gustaría llevarte.
Date una nueva oportunidad de ser feliz o al menos dame una para poder intentar que sonrías.
Hablé con tu padre y él esta de acuerdo, solo espero tu respuesta.
Siempre tuyo
Mike N.
Mi querida Bella
Sé que la pasamos bien en la cena de ayer.
Vi que sonreías y eso me hizo abrigar esperanzas, quizás me estoy haciendo un lugar en tu corazón.
Sé que es pronto decirlo por tu parte claro, pero estoy perdidamente enamorado de ti.
Quiero que seas mi novia. Yo te haré olvidar cualquier cosa que hayas vivido antes.
Ya sabes que aunque andastes con las personas equivocadas eso se puede rectificar,
yo nunca te lo recordaré y viviré para hacerte feliz.
Espero tu pronta respuesta pero no quiero presionarte. Se que podré hacerte feliz.
Mike N.
EDWARD POV
Pero que tipo mas molesto, no tardó nada en lanzarse sobre ella como si fuera una presa. Es que eso siempre lo vi en la mente de todos estos niños de Forks.
Bella
Perdóname por favor, se que anoche fui un imbécil y no me fije en tus sentimientos.
Dame una nueva oportunidad. Tienes toda la razón y ese golpe me lo merecía.
Pero de verdad quiero ayudarte. Sé que quieres mejorar en deportes y podemos intentarlo,
tienes mi palabra de que lo que ocurrió no volverá a pasar a menos que tu quieras.
No volveré a comportarme así. Déjame enmendar mis errores. Y
tal vez al final del año pueda llevarte de mi brazo al baile de graduación. Es mi gran sueño.
¿Qué dices? ¿Me perdonas?
Te dedicaré el último partido, serás mi inspiración y ganaremos la copa.
Espero ansioso tu perdón y nos pondremos a trabajar en deportes.
Te espero mañana en el gimnasio.
TYLER
EDWARD POV
Si que fue un imbécil, tratar de besar a Bella. Y todo lo que quería era una revancha por el baile anterior, por cómo lo traté, ahora que no había obstáculos.
Preciosa Bella
Has cambiado mucho lo sé muy bien. Te alejas más cada vez y pronto te perderé para siempre.
Sé que he sido más que un apoyo, un estorbo.
Te he culpado todo este tiempo por algo que sabía que harías.
Sé que siempre lo amarás pero alguna vez abrigue las esperanzas de que pudieras quererme.
Yo me enamoré de ti, aunque sabía que quizás esto podría ocurrir.
Te dejaré partir ahora, sé que fue tu elección y respeto eso, jamás podré considerarte una enemiga
así tenga que luchar contra lo que soy.
Espero que él vuelva a ti y que sean muy felices.
De todo corazón sé feliz.
Jacob
EDWARD
Ella mencionó que vivió con Jacob un tiempo y que solían pelear mucho, ¿sería esta su despedida? No parecía un hombre amargado sino alguien con un profundo dolor. ¿Si tanto la amaba porque no la retuvo? si no había nada que los separara. Tal vez era por John, él sabía que Bella lo amaba por eso le deseaba que vuelva con ella. Y al final fueron felices. Eso tenía lógica.
Bella
Estoy tan confundido por todo lo que pasó, no recuerdo mucho es verdad.
Ellos eran diferentes y aterradores, no recuerdo mas, solo estoy seguro de que no eran humanos.
Y nada de lo que explicaste me había preparado para esto.
Trataré de no buscar más explicaciones si tú no quieres ni te preguntaré nada.
En ese momento en el parque sentí un impulso incontrolable de protegerte
aunque en ello se me fuera la vida, no sé que era, no se si esto es amistad,
ya no se ni lo que siento, todo es tan confuso y este hospital lo es más,
nadie me dice nada se que ahora no puedo verte por eso te escribo esto,
espero que ella te la pueda entregar. Leah se ha portado muy bien conmigo y pronto
me darán de alta por favor ven en cuanto leas esto.
Ven Bella, ven conmigo.
John
EDWARD
Esto debe haberlo escrito en cuanto despertó después del ataque, pensé que Bella había estado con él allí. Ese deseo de protegerla yo lo conocía muy bien, debió ser en ese momento cuando supo que la amaba, yo también lo había sabido de esa forma, porque la protegería con mi vida. Y a él no le importaba con que seres tuviera que enfrentarse solo por estar con ella. Era afortunado al final había conseguido su amor y más que eso, había logrado una vida con ella, algo por lo que yo diera mi inmortalidad.

Ahora estaba seguro de que no podría verla, quizás no sería capaz de refrenar mis impulsos de mirarle a los ojos. Ellos eran felices y se amaban y yo no debería estar aquí, ni arriesgar su futuro.

Oí un motor a lo lejos, no me había dado cuenta de que había amanecido hace algunas horas.

Tomé la ultima carta de Bella, sabiendo que con eso tendría que marcharme para siempre tal vez debería dejarla y no leerla, seguro serían narraciones de su vida de casada y de sus hijos si es que los tuvo.

Pero había llegado hasta aquí y ya no había marcha atrás.

Capitulo 21

EDWARD POV

Era una carta muy corta y discreta. ¿Acaso tenía la sensación que había querido ahorrarme detalles sobre sus nuevas experiencias?
Solo unas líneas para explicar cosas tan importantes. Fueron más de 5 cartas para explicar su primer año de universidad y solo unas palabras para varios años. ¿Acaso había cambiado tanto? ¿Eso era convertirse en adulto?
Algo que yo no había experimentado porque siempre tendría esta edad, no podía entenderlo.

También me sentía celoso debo reconocerlo pero fue fácil tragarlo de esta manera sin detalles y eso se lo agradecía.

Cuantas veces quise ser yo el primero en su vida de esa forma como lo había sido en su primer beso y su primer suspiro, el primer baile… el primer amor, como ella lo era para mí. Me daba cuenta de que ella cambiaba se hacía mujer, una mujer muy hermosa y sola.

Vivió con un poeta, en Paris, eso no podía ni imaginarlo, no quería tampoco, pensé que sería John el que obtuviera su manos y la cuidaría siempre, confié en eso desde el principio, pero al parecer la vida tiene múltiples caminos y sentía que Bella se estaba perdiendo en ellos.

Tome otro papel mas, otra carta, aunque esta parecía arrancada de algún cuaderno. Ya solo quedaban dos más y las otras…las que le escribieron esos tipos.
Veía el cielo aclarando afuera, comenzaba a amanecer, sería un día con lluvia, gris, como mi vida.

Regresé a Forks, Charlie estaba más retraído que de costumbre, apenas hablaba conmigo.

Sam ya se había casado y tenía dos pequeños con Emily. Yo no veía a John hacía más de un año y no tenía intenciones de buscarle. Aunque tenía propuestas de trabajo en Chicago no quería volver allí. Acepté enseñar en un instituto en Port Ángeles y me acostumbré allí, era un lugar con más movimiento que Forks.

Volví a ver a Jacob por ese entonces, el trabajaba cerca del instituto y comenzamos a salir. Intentamos llevarnos bien y al principio pareció irnos bien. Me mudé a su departamento y pude terminar ese año académico. Pero me ahogaba vivir con él, las peleas eran cosa de diario y no me apetecía soportar. Más que sus palabreas eran sus silencios. Parecía culparme siempre de todo lo que sucedía, me reclamaba por algo que yo ya no podía cambiar.

Mi necesidad de viajar era más fuerte. De alejarme de todo esto que conocía. De comenzar otra vez, siempre mi vida es eso, comenzar otra vez, como si no encajara en ningún lugar, como si la vida se negara a mostrarme el lugar correcto para mí.

Una mañana sin despedirme de nadie tomé mis cosas y me mudé a Brasil.

Me establecí en Río de Janeiro, el idioma no fue tan complicado y el clima era exquisito podía ver el sol casi cada día. Disfruté mucho era como un paraíso aunque no estaba completo ya que siempre en mi vida faltaba algo.

Y un día en que ya no esperaba mucho, John aparecido en mi puerta. Y era como una larga historia llegara a su fin. Y sentí que mi camino tomaba rumbo, como si el largo recorrido dando tumbos terminaba. Mi vida tendría cauce ahora, lo sabía.

Al mes siguiente, sin familiares, ni amigos, ni testigos, nos casamos en una preciosa iglesia de Salvador.

Pasamos los dos meses siguientes viajando en una luna de miel interminable, conocimos cuanto pudimos de ese hermosos e inmenso país. Yo le hacía de traductora porque él no ponía empeño en aprender esta lengua.

Cada día era diferente, lleno de vitalidad y encanto. Nunca me cansaré de este maravilloso hombre, valió la pena pasar por todos los sinsabores de mi vida para poder estar para siempre a su lado.

Capitulo 20

EDWARD POV

No había marcha atrás, ahora lo comprendía aunque diera mi existencia por haber estado a su lado para defenderla era un simple espectador en sus recuerdos. Si el arrepentimiento matara habría dejado de existir en este mismo momento.
Bella. Bella.

Como pude ser tan imbécil, como pude dejarte así.

Encontraste buenas personas pero el pasado no te dejaba atrás y eso era mi culpa. El día aquel que me fui del colegio cuando no podía hacerle frente al deseo que tenía de acabar contigo, debí haberme marchado para siempre. Debí haberte dejado tuve tantas oportunidades y fui tan egoísta. Entrar en tu vida fue lo peor que había hecho. No. Lo peor ha sido dejarte todo este tiempo.

Cuando escribió sobre la nota que le llegó pensé que era Rosalie, desee que fuera ella, aunque ellos me lo prometieron, quería que al menos supiera de mi familia, ellos la amaban, aún Rose. Pero Victoria era más astuta de lo que pensé y Laurent no se había regenerado en Denali. Hubiese querido matarlos con mis propias manos. Los lobos otra vez, que extraño destino tenía Bella para encontrarse con tantas criaturas y estar tantas veces a punto de morir.

Busque las siguientes cartas, aunque no eran tan largas ya. La anterior era la mas extensa. Ahora eran escritos mas cortos, sintetizados, eso me entristecía a pesar de todo quería saber más acerca de cómo se sentía de los que veía y le pasaba aunque eso signifique que me hiciera daño. Esto acabaría pronto. Mi cruel suplicio acabaría pronto.

El plan de Sam funcionó, yo no sabía nada, Jacke me lo había ocultado todo este tiempo. La manada llegó y los rodearon, actuaron perfectamente coordinada.


Estaba esperando que John despertara. Él llevó la peor parte en esto. Era tan frágil y aún así había intentado defendernos. Era valiente.


Llevaba tres días en el hospital, era medio día cuando un rayo de sol le dio en el rostro y abrió los ojos. Eran muy hermosos, de un verde esmeralda y brillaban tanto.


Mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar, pensé que lo perdería y no pude evitar abrazarle.


Dos días después le dieron de alta, aunque no lo festejamos debido a los sucesos, pero yo estaba feliz hasta donde podía estarlo. El golpe de John ocasionó que no recordara muchos detalles ni algunas cosas en los últimos días, era como si hubiera perdido una parte de su vida. No hablaba mucho y yo estuve lo más que podía cerca de él.


Jacke regresó la semana siguiente pero no quería que le mencionáramos lo ocurrido, se volvió un ser amargado y siempre estaba solo. Yo no quería decirle nada ya que sus reacciones me ponían furiosa. Otro que se culpaba de todo, de no haber montado guardia a tiempo, de no haber hecho lo suficiente. No le entendía, se fue alejando poco a poco y se dio de lleno a los deportes de la universidad. Jugaba para los Toros, era lógico, alguien con esa fuerza sería bienvenido en cualquier lugar.


Una año había pasado desde el ataque John y yo estábamos saliendo, aunque a veces se mostraba ausente traté de ser comprensiva siempre y callarme.


Nuestra primera noche fue especial, era el primer hombre en mi vida y fue un paso muy importante. Fue todo lo que había imaginado, dulce y apasionado. Era su último año en la universidad y esperaba que con el transcurrir del tiempo nuestra relación se hiciera mas estrecha que hiciéramos planes a futuro.


Se hizo cargo de los negocios de su familia y pasaba mucho tiempo ocupado, eso hizo que nuestro romance decayera. Tenía la esperanza de que el verano que estuviéramos en Forks las cosas se arreglaran entre nosotros. Charlie y Sue ya vivían juntos y habían agrandado la casa. Apenas estuvimos una semana ya que la madre de John enfermó y él regresó a Chicago.

En mi último año me presenté a un programa de becas al extranjero y gané una para Londres, era una oportunidad única y no quería desaprovecharla. John no puso objeciones, en el fondo me habría gustado que si lo hiciera.

Londres era tan húmedo como Forks aunque no hacía tanto frío. John venía a verme tan seguido como podía y cada vez que algún negocio reclamara su presencia aquí. Pero con el tiempo yo sentía que nuestra relación era cada vez más distante. Me dedique a estudiar mucho y a conocer algunos lugares importantes para mi como Irlanda y Escocia

Compartía habitación con una francesa Dyana, nos hicimos muy amigas y teníamos planes de vivir un año en Paris antes de regresar a América. Cuando le conté mis planes a John se entristeció un poco pero lo entendió. Cuando el semestre llegó a su fin nos mudamos a un apartamento que había sido de uno de los ex esposos de la madre de Dyana cerca del Boulevard San Germain en Paris. Pero el costo de vida era muy alto así que buscamos trabajo, era una zona muy comercial con muchos bares y cafés. Mi francés era muy pobre así que me costó encontrar algo decente.

John y yo tuvimos una discusión cuando vino a verme y terminamos nuestra relación. Me sentía completamente sola y desesperada. Era como si otra vez no supiera a donde pertenecía todos estos años yo esperaba una señal por su parte, me sentía querida pero no amada esperando una propuesta que no llegó.

Ese verano en un bar conocí a Xavier, un artista que me llevó a conocer a fondo Paris, se mudó conmigo ya que Dyana viajó por un tiempo a Lyon por una herencia que le legaron. Vivimos 6 meses maravillosos, sus encantos eran inigualables pero como todo francés pronto encontró otras distracciones y su corazón de poeta era muy grande para una sola musa.

Y allí estaba otra vez sola entonces quise volver a casa otra vez.

Capitulo 19

Hola chicas como estan??  pues siento mucho haberlas dejado picadas aqui les dejo el siguiente capitulo ^^  que esten  genial nos vemos!!


- ¿Bella? ¿Qué haces sola aquí?- Era la voz de Leah, con razón oí los pasos.

- Estaba pensando un poco. Necesito estar a solas si no te importa.

- No. Me quedo contigo. Jacke vendrá en un momento- dijo duramente

- Leah, no te estoy pidiendo un favor. Déjame sola.

- ¿A quien esperas Bella? Porque mientes y te alejas así de todos y sin protección

- No necesito protección

- Claro seguro no necesitas que te protejan de tus chupasangres favoritos

- Que dices

- Crees que soy tonta, yo también baile con Anton la semana pasada. Era muy sutil el aroma pero pude percibir algo. Desde ese día no te perdemos de vista, sabemos que algo planeas por eso rompiste lo que te dio él ¿verdad? Como puedes poner en peligro a tus amigos de esa forma.
Eres la persona más egoísta que conozco

- Tu no me conoces Leah no tienes idea

- Claro que no tengo idea, como voy a tenerla. Eres una desquiciada amante de chupasangres, por muchos años mi raza ha mantenido a ustedes tranquilos y libres de los peligros pero a los niños le encanta jugar con fuego, les atrae el peligro.

- ¿Crees que eso hacia? ¿Que jugaba con fuego?

- Me vas a decir que lo amabas. En serio como puedes querer a un monstruo acaso tu madre nunca te enseñó a temerle al cuco (el hombre de la bolsa, del saco, etc.)

- Tú no lo conociste, no sabes nada de ellos, no has oído sus historias, ni sabes lo que sufren. Como puedes llamarle monstruos si tu raza también lo es.- le grite con rabia

- Nosotros no matamos personas. Las protegemos

- Ellos tampoco lo hacen y me ha protegido muy bien.

- Claro por eso casi te matan en su propia casa. Crees que te pueden proteger. Si fue por eso mismo que se marcharon para no tener que darse el trabajo de hacerlo. Aunque no entiendo todavía porque no te convirtieron en una de ellos para así evitarnos el trabajo de cuidarte. No entiendes, estar cerca de ellos es una maldición ningún humano puede escapar ileso, una vez que te enteras estas condenado.

- Claro que hubiera querido ser una de ellos, de hecho lo seria en este instante, prefiero eso a vivir esto.

- Egoísta, tienes un padre que te espera, una madre que te necesita y solo piensas en ti, en seguir a esos miserables fríos. Yo pensaba contártelo pero seguro que no te interesa nada más que tu patética obsesión por esos bichos.

- ¿Contarme que? vamos ya suéltalo, termina de una vez, para poder irme de aquí

- Si tanto quieres ser una de ellos para que quieres saberlo, para que quieres saber de tu familia.

-Vamos Leah si te mueres por decírmelo

- No quiero, pero deberías saber al menos te alegrarías por Charlie.

- ¿Charlie? Que tiene él que ver con eso

- No tiene que ver con esto, deja de pensar en ti. Tu padre y mi madre… parece que se entienden o que sienten algo. Por eso vine aquí, quería darles espacio, darles oportunidad. Ellos han sufrido mucho, Charlie has estado solo por años sufriendo por tu loca madre y mamá ha vuelto a sonreír. No se que pase pero espero que sean felices.

- ¿Charlie?- Eso si no me lo esperaba. Mi padre siempre había evitado a las mujeres después de mamá, yo había llegado a pensar que siempre estaría solo pero si tenía a alguien quizá sería lo mejor.

- Pero tú aquí, tratando de seguir a esa chusma. Ahora me vas a decir a quien esperas. Es él. ¿Acaso volvió por ti? Solo responde porque me desagrada ser tu niñera

- No lo seas, por mi puedes marcharte

- quiero saber, si es él te dejo sola, aunque Jacke y toda la manada me mate.

- ¿Tu eres parte de la manada? –pregunte intrigada

- Respóndeme que no quiero hacer mal tercio. Si es él, si es tu sanguijuela me voy. Si lo amas nadie tiene derecho a apartarlos- su ojos brillaron, su voz era severa

- Lo dices en serio Leah?

- ¿Bella, estas esperando a Edward?- La voz de John me sorprendió, salió detrás de un árbol, al parecer había oído algo de la conversación, se veía triste.

- No- respondí

- No tengo tiempo para jugar. Entonces salgamos de aquí- Leah se veías nerviosa

- ¿Bella a quien esperas?- Pregunto John

Debía confesar, quizás tuviera una oportunidad de poder ver a Rosalie, aunque dudaba que se acercara a mí con ellos presentes.

- Espero a su hermana.

- Entonces no es seguro, ¡muévanse! Gritó Leah

- Leah espera- dijo John mirándola –tal vez debamos dejarla o asegurarnos de que su hermana no sea peligrosa.

- Por favor, no es seguro, quizás nos ataque, al menos vete tu, yo me quedo con ella.

La voz de Leah había cambiado, su rencor de hace un momento había desaparecido, su voz era otra, recordé lo que dijo John a cerca de ella, la llamó reservada, pero Leah no era si para nada, ella se comportaba diferente con él.

- Yo me quedaré con Bella- dijo él

- No- gritó ella. – tu te vas de aquí, no debiste seguirme…

- Bonsoir Bella. Cuanto tiempo sin verte.- Una voz fría me sobresaltó.

Levante la vista y vi a la figura de un hombre de cabellos negros y piel olivácea. Sus ojos me miraban intensamente. Laurent. ¿Había sido él? Que es lo que quería de mí. Pensé que estaba viviendo en Alaska con Tanya en Denali. Tal vez allí había estado con los Cullen. No podía ver sus ojos ya que detrás de él el sol empezaba a ocultarse y todo el horizonte era rojo. Si eran rojos, sería señal de peligro, son eran dorados podría hacer esperanza.

Leah se tensó y se puso en posición de ataque.

- ¡Llévatela de aquí!- Grito ella hacia John

- No te vas a quedar sola- dijo él

Laurent sonrió

- Bella que modales. No me presentas a tus amigos- dijo Laurent con sonrisa

- ¿Que haces aquí Laurent? Dije tratando de no parecer nerviosa aunque mi voz me traicionaba

- Ayudando a una amiga. Me he civilizado. Y parece que tu también. ¿Un nuevo noviecito?- Dijo mirando a John. –Y una apetitosa…- Absorbió su olor y se tensó.

- Con que una hija de la luna- Y en su voz había…miedo

- ¿Laurent? ¿Por qué tardas tanto con mi bocadillo? Otra fría voz me estremeció, su andar felino y su melena roja me paralizaron. Victoria. Había sido ella. Me había estado siguiendo. Fue ella todo el tiempo, con Anton, los crímenes de Chicago, la nota.

- Complicaciones querida, tenemos una ligera complicación fácilmente superable- Y se apartó para que viera a Leah.

- Siempre con la gente incorrecta Bella, cuando aprenderás- me dijo mirándome.

- ¿Que quieres Victoria? No puedes tener una vida propia, ¿porqué debes seguir la mía por todo el país?. Ya te dije que Edward no me ama y no creo…

- Pero viniste. Eso me demuestra algo. Tengo una teoría. ¿Vaya quien es tu amiguito? Se ve apetitoso- Dijo mirando a John que me tenía abrazada.

- Soy su novio. Aléjense de ella- Gritó John

Victoria y Laurent sonrieron y se miraron un momento. Leah se puso frente a nosotros y se adelantó un paso dispuesta a atacar.

- Yo quiero ese bombón- dijo Victoria

- Las damas primero. Déjame a mi la chica lobo.- y los dos se agazaparon

Ya no podía mas, estaba temblando, yo conocía esa postura, se preparaban. No era una opción correr. John estaba delante de mi, Leah dos pasos mas hacia ellos y con los brazos extendidos. Sabía que no podría con los dos y seguí allí de pie, no había entrado en fase y no sabía porque. ¿Sería por John?

Victoria dio unos pasos, nos rodeo. Laurent la siguió al lado contrario. Nos estaban acorralando. Seriamos presa fácil y todo por mi culpa, realmente era egoísta al haber metido en esto a mis amigos.

Victoria atacó primero, hacia John parecía como si no hubieras en el mundo otra cosa que ella no quisiera estaba concentrada. Leah saltó hacia ella y se interpuso en su camino. Mi vista se volvió a Laurent que saltaba también hacia nosotros. John me empujó hacia a tras y caí, Laurent alcanzó a empujarlo contra un árbol y cuando venía por mi vi otro cuerpo interponerse entre nosotros. Un lobo de pelaje rojizo. Jacob había llegado. Corría hacia John, estaba inconsciente, se había golpeado la cabeza y sentí su sangre cuando trataba de moverlo. Eso pareció enfurecer mas la batalla. Me volví y vi ya no uno sino dos lobos luchando. El otro lobo o debería decir loba, era mas pequeña. Victoria era mas fuerte ya la había derribado dos veces. La tercera vez la tiró contra una roca y Leah no se levantó. Me tomó un respiro darme cuenta de que Victoria estaba junto a mi. Jacob aun no terminada con Laurent.

- He venido para hablar, pero esto lo hace más interesante. Me dijo y diciendo esto me tomó en sus brazos y corrió conmigo. Pude sentir un golpe a través del cuerpo de Victoria y caímos, lo ultimo que vi fue a Jacob y Victoria cuerpo a cuerpo y a lo lejos, a Leah delante del cuerpo de John protegiéndolo de Laurent y me hundí en las sombra.

Capitulo 18

- ¿Isabella estas allí?- Rayos era la voz de Annie.

- Claro que pasa- Dije sobresaltada

- Como que pasa, estamos en clase, ¿el Sr. Elliot te hizo una pregunta no lo oíste?

- ¿Qué? No, ¿que preguntó?

- Olvídalo ya respondieron. ¿Te pasa algo? Te noto preocupada.

- No es solo que estoy algo distraída

- Presta mas atención, si así empiezas el año no se como vas a terminar.

Annie tenía razón, habían pasado tres días desde que me llegó la nota de Rosalie y a pesar de que me había hecho el firme propósito de no pensar el ello me sorprendía pensando a cerca de donde estuvieron este tiempo, si estarían todos aquí y sobre todo donde estabas.

No, esto era demasiado, no debía esperar nada. Cerraría mi mente y me obligaría a no pensar.

- Bella, ¿que te parece ir a cenar para celebrar tu cumpleaños?- La voz de Jacob me saco de mi trance.

- No Jacob tengo planes gracias.

- Vaya Jacke la chica vampiro te está tirando arroz- era la voz de Leah, no me había dado cuenta de que estaba con Jacob.

- No le estoy tirando nada, es sólo que tengo planes con mi novio- dije acentuando el titulo de novio. Aunque todavía no lo habíamos hablado estaba segura de que acordaríamos algo ese día para pasarlo en su casa.

- Pues deberías preguntarle, porque no fue eso lo que oí- dijo un tanto molesta.

- Leah cierra la boca- dijo Jacob mirándola con severidad.

- Si ya empezaste a cantar ¿por qué no terminas Leah?- había algo que ella sabía y me estaba ocultando.

- Es una sorpresa, eso es todo, pero mi amigo arrastrado aquí presente quería adelantarse a John pidiéndote una cena privada cuando se está planeando una celebración algo mas abierta.- Dijo mirando con desprecio a su amigo

- No quiero nada de celebraciones, ni sorpresas ni regalos- dije elevando la voz

- Mira Bella no me entusiasma organizarte nada, a mi solo me invitaron de relleno así que si quieres desquitarte anda con tus amigos, además hagan lo que hagan siempre será mejor que la ultima que te hicieron los chupasangres, al menos esta vez nadie te saltará encima- Y se alejó muy enfadada.

- ¿Jacke que le pasa a Leah?- dije mirándolo.

- Nada, ella es así. Ya sabes desde lo de Sam es una amargada, además creo que le molesta haya tanta gente pendiente de ti- Dijo sonriendo

- ¿Gente pendiente de mi?-Eso era ridículo

- Tus amigos están planeando algo para ti y son varios, además yo estoy aquí para protegerte y Sam también la llamó ayer para pedirle que te vigilara- dijo como si hubiera querido mantenerlo en secreto.

- ¿Sam le pidió a Leah que me vigilara?

- Bueno que esté alerta mejor dicho, parece ser que ha habido desapariciones en Chicago y eso ha puesto nervioso a Sam, su territorio está allá en la reserva pero él se mantiene informado siempre de lo que pasa alrededor sobre todo por aquí- su voz era seria.

- ¿Desapariciones aquí en Chicago?- pregunté horrorizada

- Bella podría ser cualquier cosa, pero Sam es un tanto desquiciado con lo de la protección, además yo estoy por aquí no te pasará nada, pero al menor indicio tendré que comunicarme con él.

- Quieres decir que tu manada vendría si hay indicios de Victoria?

- Si es por ella o alguno mas de su tipo, si. Pero si es de las sanguijuelas Cullen yo me encargo.

- ¿Bella puedes decirme que te pasa?- La voz de John sonaba algo preocupada

- Nada John solo tengo un poco de dolor de cabeza.

- Sé que algo te preocupa lo puedo ver en tu ojos, en tu semblante, has estado mas de una hora conmigo y tu mirada es diferente. ¿No confías en mí?

- Claro que confío es solo que…

- Que no me quieres contar. Sé que no tiene que ver con los estudios, ni tu familia, ni siquiera con Jacob.

- En serio no debes preocuparte. Es solo que me siento un poco extraña, nunca me ha gustado cumplir años y pienso en eso.

- Hablando de eso, qué te parece ir a cenar ese día- dijo sonriendo

- ¿En tu casa? ¿O vamos a necesitar un lugar mas grande?- Pregunté conteniendo mi molestia

- ¿Porque lo dices Bella?

- Porque a lo mejor no cambemos y no me digas de que hablo, ya se que planeas algo y sabes bien que no me gustan las sorpresas

- María te dijo verdad. Sabía que no podría…

- ¿Ella también esta implicada? ¿Al parecer vas a organizar algo grande verdad? Y ni siquiera me consultaste si estaba de acuerdo.

- No te molestes, es sólo que quiero hacerte algo especial, ya que el año pasado…

- no tienen porque hacerlo.

Bella yo quiero hacerlo. Perdona por no decírtelo. Te prometo que solo seremos nosotros y los nuestros amigos.

- ¿Entonces no invitaste también a Leah y Jacob?

- Sabía que no se iba a callar.

- En realidad no fue él.

- No creo que haya sido Leah, ella es muy reservada.

- ¿Leah reservada? Obviamente nunca has estado presente en nuestras conversaciones. Te sorprenderías de las cosas que puede llegar a decir.

- Bella no seremos mas de 10 personas, no es mucho. Y he separado mesas en el Fairmont, es un lugar precioso con una vista espectacular.

- ¿Donde queda?

- En el gran parque (o parque Grant), he reservado la mejor mesa…

Me tensé, eso era demasiado cerca, aunque el parque era grande no tenia la mas minima duda de que Rosalie me encontrara.

- ¿Bella me oyes?

- Si, ¿a qué hora será?

- A las siete, que dices.

- Que sea a las ocho.

- Buenos, no hay problema, puedo preguntar porqué

- Tengo cosas que hacer. Bueno nos vemos, tengo deberes- le dije y me fui a mi habitación. Tal vez podría hablar con Rosalie y luego ir a lo de la cena. Pero entonces Jacob se daría cuenta o podría tal vez sentirla estando cerca. Esto se complicaba mucho.

"En un día feliz, una niña nació y se llama Isabella…

Qué era todo ese ruido. Abrí los ojos y alrededor de mi cama había varias personas. Me ruboricé. Porque hacían eso, que parte de "no me gustan las sorpresas" no entendían. Acaso no se daban cuenta que cumpliría 20 años, que el tiempo pasaba y me alejaba mas de aquello que tanto quería. Que si pudiera deshacer todo no lo dudaría un instante aunque eso signifique que no los hubiese conocido. Y el tiempo seguiría pasando era como querer apretar la arena en mis manos, se me estaba escapando y así apretara mas, no la podría retener. Así sería, tenía que envejecer, esto era una condena, tal vez si no te hubiese conocido habría sido diferente, me habría conformado. Pero como puedes acostumbrarte a la penumbra después de haber contemplado la luz. Como vivir entre sombras si has visto el resplandor. No jamás podría ser como si nunca te hubiera conocido. Era vivir una vida de otra persona, eso era hasta ahora lo que sentía. No era mi vida, no eran mis sueños y no sería feliz axial jamás…

- Bella no llores, por favor pequeña no queríamos que estés triste- dijo John enjugando una lágrima en mis mejillas.

- Lo siento chicos es solo que me emocioné- mentí.

- Queremos verte sonreír, hoy es un día especial para todos porque tu lo eres para nosotros- sentí los calidos brazos de Annie

- Claro Isa, no sabíamos que podías ser tan emotiva- Dijo María sonriendo –Oye tu deja esas bolsa en paz, ni siquiera cooperaste y ahora quieres comer gratis….- y diciendo esto salió de mi habitación a la salita común.

- Otra vez peleándose, porque no se pueden llevar bien ni siquiera hoy- oí decir a Juliet

- Con quien pelea María – pregunté a John que estaba más cerca de mí.

- Con el perr…perdón con tu amigo Jacob- dijo divertido.

- Bueno salgamos de aquí para que Isabella pueda cambiarse, ven John hay que preparar este desayuno a ver si cabemos todos en la salita- Rachel me sonreía.

Me puse lo primero que encontré y salí a desayunar, no habían suficientes sillones por eso los varones estaban sentados en el suelo, todos alrededor de la mesita de centro donde habían puesto todo lo que habían traído.

Oí el sonido de un golpe.

- Ya te dije que dejaras eso, te comiste uno hace rato, ¿que no tienes modales?- Era María gritándole a Jacob después de haberle pegado en la mano.

- Tengo mas hambre que modales, ya va a ser las 8 de la mañana y anoche no cené- dijo Jacob apenado. -Hey Bella que bueno verte despierta- me dijo con una gran sonrisa.

Comimos todos, era agradable ver allí a mis amigos, al parecer iniciaríamos el día juntos pero no podía asegurar que lo termináramos de la misma manera. No sabía que esperar del encuentro de esta noche. Probablemente nada.

El día transcurrió lentamente, yo miraba la hora muy a menudo, Annie se dio cuenta pero no me decía nada. Era sábado así que no tenía clases y me la pase arreglando mi habitación y limpiando. Como a las 5 pm John llegó por mí, hablo rápido con Annie y tocó mi puerta.

- ¿Bella nos vamos ya? Me dijo

- Tan temprano, yo esperaba alcanzarlos a las ocho en punto- dije nerviosa

- Claro que si, pero quería dar una vuelta antes contigo- y me tendió una caja

- no quiero sorpresas- le dije

- No le puedo decir eso a mi madre. Te envía esto y espera que pasemos a verla después de cenar.- dijo tristemente

- Bueno, lo guardaré

- No, debes ponértelo, ella quiere vértelo puesto mas tarde.

- Está bien. Salgo enseguida y ya hablaremos- dije

Era un precioso vestido azul, algo corto y coqueto pero muy hermoso.

- Esta preciosa- me dijo él cuando salí a la salita y sus ojos se abrieron mucho.

- John quería pedirte algo. Verás necesito un tiempo a solas, pensar mucho. Es una costumbre mía dar un paseo todos los años en esta fecha para hacer un balance de las cosas. Es un nuevo ciclo, un año se cierra y otro comienza, ¿me entiendes?

- Perfectamente yo lo hago en mi ático. Pero creo que tú preferirías el aire libre ¿verdad?

- Claro solo unas vueltas y estaré a las ocho en el restaurante.

- Bien, no hay problema ¿te puedo llevar?

- No, prefiero hacerlo sola, si no te molesta.

- Claro que no, entonces ve, pero te espero a las 7:30 en la fuente y así llegamos juntos al restaurante.

- Bien allí te espero.

Y salí lo más rápido que pude. No sabía si tendría tiempo para llegar con John, pero confiaba que si estaba en el parque Rosalie me encontraría antes y podríamos conversar libremente, si es que lo que tenia que decirme era muy corto entonces habría tiempo hasta de meditar y serenarme. Lo necesitaría para actuar como si nada en la cena.

Me tomó 15 minutos llegar al parque, comencé a seguir el camino habitual y no me desvié. Ella estaría por allí, seguro ya me habría olido. El viento estaba en mi contra y eso lo haría más fácil. Pero había mas personas de las que esperaba, así tome el camino que bordeaba el lago.

Era hermoso, cuantas veces lo habrías visto así, era un sueño, el sol comenzaba a declinar, el cielo se volvía amarillo, naranja y rojo, el crepúsculo se acercaba.

"Es la hora del crepúsculo. Es la hora más segura para nosotros. El momento más fácil, pero también el más triste, en cierto modo... el fin de otro día, el regreso de la noche"
Tus palabras me vinieron a la memoria como si hubieran pasado años.

Y recordé un día como hoy hace dos años mientras Carlisle curaba mis heridas
: "
Ocurrió justo después del crepúsculo, cuando yo llegaba para relevar a los doctores que habían estado trabajando todo el día"

El día que Carlisle se vio obligado a salvarte. Porque yo jamás pensaré que estás muerto aun cuando tu corazón no lata, ni haya sangre en tus venas. Un día hace más de 100 años, no lejos de aquí, bajo el mismo sol, más o menos por esta misma fecha, cerca de este mismo lago. Por eso vine a este lugar, no para alejarme, estaba claro al fin. Vine para estar mas cerca de ti, ya que no sabía donde estabas, yo me acercaría a tu recuerdo, a tu vida mortal. Era un hermoso día, aun para morir, sería feliz si esto fuese lo ultimo que viera el crepúsculo…al igual que tu…

Unos ruidos detrás de mí me sacaron de mis pensamientos y mi corazón dio un vuelco. No me atrevía a mirar, las piernas no me obedecían, todo en mi se detuvo, mi respiración, mi corazón y aun mis pensamientos.

Esperaba una voz, esperaba oír mi nombre, sea de quien sea esperaba que alguien llamara por mi. Escuche los pasos acercándose cada vez más…